A lo largo de la vida, nuestro cuerpo cambia de forma y volumen debido a múltiples factores y, sin duda alguna, esto deja secuelas en nuestra piel. Las oscilaciones de peso importantes, entre otras, son las causantes de flacidez en el cuerpo (abdomen, caderas, pecho…), así como de la aparición de estrías. Asimismo, la piel de la cara acusa a lo largo de los años el paso del tiempo y tiende a sufrir descolgamientos. Para cada una de las zonas – cara y cuerpo – existen diferentes técnicas no quirúrgicas que ayudan a mejorar el aspecto.
Cada vez la gente se cuida más y le gusta verse bien. Pero no por ello estarían dispuestas a meterse en un quirófano, ¡eso son palabras mayores! La cirugía no es la única alternativa terapéutica para las personas que quieren mejorar su aspecto. Existen otras opciones que ofrecen resultados espectaculares sin pasar por quirófano.
Lo que realmente buscan los pacientes que acuden a la consulta de un dermatólogo para asesorarse cómo mejorar la flacidez es “verse con buen aspecto pero no parecer necesariamente más jóvenes”, y el papel del dermatólogo es buscar el tratamiento más adecuado en función de la edad de cada persona, para lograr que siga siendo ella misma y que tenga un aspecto de lo más natural.
Desde hace pocos años, para el tratamiento de flacidez (en cara y cuerpo) y estrías, han surgido diferentes técnicas médicas, que deben ser supervisadas por especialistas y en centros médicos: la Biodermogénesis y el Láser Elektra-Clearlift. Ambos métodos no son invasivos y son altamente eficaces. No tienen efectos secundarios ni contraindicaciones relevantes y son capaces de ofrecer resultados desde el principio. Pueden realizarse en épocas de sol ya que no son irritativos.

No hay ninguna crema que pueda revertir la flacidez, ya que afecta a las capas profundas de la piel (músculo y grasa) y una crema nunca llega a esos niveles. Como dice mi colega Dr Jorge Soto Delás; «una crema no puede rebatir la flacidez, al igual que el coste de un cosmético no guarda relación con su eficacia».
En qué consiste la Biodermogénesis
Una sesión de Biodermogénesis supone someter la zona a un tratamiento de unos 40-50 minutos de duración, con una frecuencia de una o dos veces por semana, hasta que se cumplen las 6-10 sesiones (dependiendo de la zona a tratar).
La Biodermogénesis estimula los fibroblastos de la zona tratada para la neoformación de fibras de colágeno. Estas, aportan una mayor firmeza y elasticidad a la piel, lo que conlleva una importante reducción de la flacidez y las estrías, hasta su posible eliminación.
Además, la aplicación de Biodermogénesis es indolora e incluso relajante y permite unos resultados visibles a medio plazo en pocas semanas, compatible incluso con la exposición solar, por lo que puede llevarse a cabo en cualquier época del año. No olvidemos que con la biodermogénesis también se obtiene una gran mejoría sobre lesiones cicatriciales.
En qué consiste el Láser Elektra-Clearlift
Se trata de un sistema que destruye las fibras de colágeno de las zonas tratadas, lo que estimula la neoformación secundaria de nuevo colágeno de mayor calidad por los fibroblastos de la zona. Esta técnica debe repetirse cada 6-8 semanas en dos o tres ocasiones para obtener unos resultados óptimos.