En Coruña la quemadura solar es más frecuente de lo que pensamos
Vivimos en un siglo de tecnologías y noticias en tiempo real en el que estamos conectados como nunca antes. Sin embargo, resulta inconcebible que a día de hoy todavía haya personas que se exponen al sol sin protegerse. Nos mentalizamos en proteger el medioambiente, cuidar la capa de ozono, reciclar, proteger a los animales o incluso de comer sano. Sin embargo, somos irresponsables con la quemadura solar: nos olvidamos de cuidar nuestra piel, el órgano más extenso y que actúa de “carrocería” de nuestro cuerpo.
El sol tiene innumerables beneficios, si se toma con protección
Lo cierto es que el sol tiene múltiples beneficios:
- Es cierto, por ejemplo, que estimula la síntesis de vitamina D -por ello previene el raquitismo y la osteoporosis.
- Es beneficioso para enfermedades cutáneas como la psoriasis, el vitíligo, o el acné.
- Produce vasodilatación y baja la tensión arterial, lo que explica su efecto placentero.
- Además, en algunos casos estimula la síntesis de los neurotransmisores cerebrales, responsables del estado anímico

Sin embargo, es importante mentalizarse y poner todos los medios de fotoprotección posibles para que no se produzcan quemaduras. Hay que tener en cuenta, además, que algunas medicaciones desarrollan reacciones alérgicas en determinados pacientes. Nos referimos a antiinflamatorios, antibióticos, píldoras anticonceptivas, antidepresivos o cremas con retinoides.
Sin embargo, si una persona no ha prevenido y se ha abrasado al sol, debe saber que ha cometido una negligencia. Además, deberá distinguir los daños a corto plazo y los producidos a medio y largo plazo.
No me he puesto protección y tengo una quemadura solar
Daños a corto plazo
El daño más inmediato producido por una sobre exposición es la quemadura solar, que se evidencia por el enrojecimiento de la piel, hinchazón e incluso ampollas. Quemarse una vez en la vida, en un principio, no supone mayor peligro. Pero una quemadura repetida puede desencadenar cáncer de piel. No nos olvidemos que el bronceado es en realidad una “queja” de nuestra piel cuando los rayos UV penetran y ella se protege produciendo más melanina o pigmentos.
Una quemadura repetida puede desencadenar cáncer de piel”
Por ello, mi consejo es que en caso de quemadura solar se acuda urgentemente a un dermatólogo o, en su defecto, a un servicio de urgencias. Un leve eritema debe manejarse aplicándose dos veces al día un crema de corticoides y además una emulsión emoliente para rehidratar la zona dañada. Así mismo, sería adecuado tomar antiinflamatorios tipo Ibuprofeno para reducir el trauma y el dolor. Es sumamente importante mentalizar al paciente de que no vuelva a exponer la zona afectada al sol hasta pasados varios meses, ya que esto incrementará las secuelas producidas a medio y largo plazo.
Posibles daños a largo plazo de la quemadura solar
Los daños a largo plazo son múltiples. Desde envejecimiento prematuro cutáneo hasta aparición de cáncer de piel. Las zonas de piel sobre expuestas sin protección al sol se caracterizan por estar manchadas (hipo e hiperpigmentaciones), cambios de espesor y formación de telangiectasias (capilares superficiales). Afortunadamente existen tratamientos con equipos láser médicos que ayudan a corregir estas lesiones.
Cuando se producen tumores malignos debido a una sobre exposición, estos son generalmente de dos tipos: epiteliomas (básicamente espinocelular y basocelular) e incluso melanomas. es importante detectarlos precozmente ya que sus consecuencias pueden ser fatales en muchos casos. De ahí la relevancia de consultar con un especialista en dermatología ante una lesión que “no cura”, un “granito” o una rojez que no se pasa por más crema que le demos. La cara y el escote es una de esas zonas donde suelen aparecer estas lesiones que para el paciente no tienen mayor importancia pero hay que vigilar.
Prevención del cáncer de piel
Afortunadamente, hay estudios recientes que nos indican que un peeling de ácido salicílico, glicólico o purívico -realizado preferiblemente en un centro médico- actúan aumentando nuestras defensas para evitar así la aparición de cánceres en la piel. Es por este motivo que los dermatólogos cada vez aconsejamos más el uso diario de cremas/geles con estos ácidos, siguiendo unas pautas estrictas.
En resumen: La exposición al sol debe hacerse de forma prudente, en horas donde las radiaciones sean menos dañinas. Además, para evitar quemaduras del sol hay que protegerse siempre con crema antes de salir de casa, aunque el día esté nublado, así como renovar la protección cada 2h si se está expuesto directamente.

Todas las personas deben utilizar fotoprotectores”
Además, hay que acabar con la falsa creencia que dice que la gente con fototipo de piel oscura no debe protegerse de una quemadura solar. Si bien es verdad que las pieles claras corren mayor riesgo de sufrir cáncer de piel, todas las personas deben utilizar fotoprotectores. Los dermatólogos aconsejamos, según el tipo de piel, el protector más adecuado para cada una de ellas.
Además, recordamos que en caso de quemadura solar, es importante acudir siempre al dermatólogo o a un servicio de urgencias. Por supuesto, es importante no volver a exponer la lesión al sol hasta que su especialista se lo aconseje.
Otras advertencias
Así mismo, hay también estudios muy recientes y así nos lo advierte la Academia Americana de Dermatología (AAD), que las máquinas de secado de uñas de gel usadas de forma reiterada (es una radiación ultravioleta al fin y al cabo) puede desarrollar también cáncer de piel. Por este motivo, y desde que ha llegado a nuestro conocimiento, aconsejamos el uso de cremas de protección solar, antes de someterse a estos tratamientos.