La eliminación completa de un tatuaje nunca está asegurada
Los tatuajes son, desde hace años, más que una moda, pues ya llevan mucho tiempo formando parte de nuestra sociedad. Antes, los tatuajes los llevaban los marineros, los presos, las bandas callejeras….. Es por este motivo por el que no estaba bien visto hacérselo. Sin embargo, hoy en día – grandes, pequeños, negros, de colores, muchos o pocos, visibles o escondidos – los llevan modelos, futbolistas, periodistas, médicos, padres de familia, gente famosa y de postín. Llevar un tatuaje no solo no está mal visto sino que ya forma parte de nuestro entorno. Si uno va a la playa, no hay más que mirar alrededor para comprobar que un 40% de la gente lleva algún tatuaje en su cuerpo.
A la hora de eliminar un tatuaje influyen muchos factores: si está hecho por un profesional (en este caso la tinta estará al mismo nivel), el lugar del cuerpo donde lo lleva, el tiempo desde que se lo hizo, etc.
Doctor Oscar Mosquera
Aunque es bien sabido que hay gente muy apasionada de los tatuajes y que se hace muchos por todo el cuerpo – algunos son verdaderas obras de arte – también es verdad que en el momento que se pusieron de moda, hubo quien se animó a hacérselo sin sopesar el sitio o el tipo de tatuaje y luego se han arrepentido. A veces también por un cambio en su tipo de vida, o porque eran jóvenes y se lo hicieron como un acto de rebeldía. Esto no se confiesa fácilmente en la calle, pero sí es una letanía habitual en las consultas dermatológicas. En definitiva, muchas personas deciden eliminarse los tatuajes pasados unos años, o incluso a las semanas.
Actualmente hay cierto control en los centros que realizan tatuajes (a nivel sanitario: higiene, esterilización de material, etc), pero es importante que la gente sepa que no hay ninguna ley que regule los pigmentos que se usan para tatuar. De hecho, durante años se han utilizado tintas que no se habían diseñado para ello. Es tal el desconocimiento, que muchos tatuados sufren reacciones adversas sin que se sepa al motivo, ya que no hay estudios recientes sobre la toxicidad de las tintas. Por este motivo, a veces también es diferente la respuesta a la hora de eliminarlos, porque no todos los tatuajes son iguales ni se han hecho con las mismos pigmentos. No en vano, la Comisión Europea considera escasa la actual legislación y reclama además que los profesionales que los realizan tengan una mejor formación.
Un estudio realizado en Suiza entre el 2008 y 2013 encontró 39 colorantes orgánicos distintos en las tintas que se usaban para tatuar, pero lo más sorprendente es que ¡ninguno de ellos se había examinado para usarlo en piel humana!
Todo lo que se ha avanzado en el diseño y la sofisticación de los dibujos, no va en consonancia con la seguridad de las tintas ni cómo se pueden degradar en la piel.
La tinta de un tatuaje podría contener mercurio, cadmio o plomo
De este modo, hacerse un tatuaje no es una decisión que deba ser tomada a la ligera, más allá incluso del resultado estético. Y es que al tratarse de un método invasivo, trae consigo una multitud de riesgos. Entre ellos, el más común es una reacción alérgica, aunque también se puede contraer una infección vírica como hepatitis o VIH. Existen otros peligros como desarrollar un cuadro inflamatorio local o generalizado crónico a causa a algún componente de la tinta, como ya se ha indicado anteriormente.
La importancia de la tecnología en eliminación de tatuajes
Decidir hacerse un tatuaje es sencillo y relativamente rápido. Sin embargo, el individuo debe saber que el borrado del tatuaje no es una práctica ni tan sencilla, ni tan rápida. De hecho, para eliminar un tatuaje con garantías -mínimas- y sin que queden secuelas cicatriciales, hoy en día tan solo podemos contar con equipos láser como el Q-Switched – Neodimio-Yag. Se trata de máquinas muy innovadoras exclusivas para el uso de profesionales en centros médicos especializados. Este tratamiento, además requiere del seguimiento de un médico experto durante meses y que el paciente acuda a él ante la mínima duda.
Incluso con estos equipos homologados, no siempre se cumplen todas las expectativas de éxito. Existen muchos condicionantes que pueden influir en el resultado: los pigmentos de colores, sobre todo rojo y amarillo, son más reacios a su eliminación. Además, los tatuajes en zonas acras (manos y pies) son más resistentes que en cualquier otra zona del cuerpo, y por si fuera poco, los pacientes fumadores responden peor al tratamiento. Y estos son sólo algunos de los factores que podrían interceder en este concienzudo proceso que requiere de un tratamiento largo, costoso y de varias sesiones.
Tratamiento y seguimiento para la eliminación de tatuajes
Eliminar un tatuaje, es una tarea persistente que supone someterse a no menos de 5-8 sesiones de tratamiento en intervalos de dos o tres meses entre una y otra, y posiblemente una inversión mayor que la realizada en la creación del tatuaje.
Para este procedimiento se suele aplicar una crema anestésica. Aun así, el procedimiento es molestoy precisa que el paciente se involucre en él, ya que la piel inicia un proceso de recuperación durante semanas, en las que hay que realizar una serie de cuidados y curas para evitar infecciones y complicaciones del tratamiento.
Muchas personas se arrepienten del tatuaje con los años
Doctor Oscar Mosquera
Por todo lo expuesto y siendo honestos, no se puede garantizar un aclarado total de ningún tatuaje. En esta línea, el profesional que asegure que es capaz de una eliminación de tatuajes total se aventura demasiado en sus palabras, ya que existen multitud de factores que pueden complicar el borrado completo, desde una mala cicatrización hasta poca respuesta al tratamiento. Y contra esto, los equipos de última tecnología son la única solución capaz de ofrecer resultados óptimos.